Fito Keratina
COMPOSICIÓN DE LA KERATINA
Hay dos tipos de queratina que se diferencian por componentes y estructura. Por un lado tenemos la “keratina alfa”, que presenta restos de cisteínas en sus cadenas de aminoácidos, y éstos, a su vez, constituyen puentes disulfuro. La fortaleza de este tipo de keratina (uñas, cabello, cuernos) se debe justamente a dichos puentes.
La “keratina beta” que es, al contrario de la keratina alfa, inextensible no presenta cisteínas ni puentes disulfuro. Podemos encontrarla en las telas de araña.
Las keratinas blandas (epidermis) contienen entre un 2% y un 4% de azufre mientras que las keratinas duras (uñas y cabello) desde un 15% a un 18%.
Más del 95% del cabello de los seres humanos está compuesto por keratina
PROPIEDADES DE LA KERATINA
La keratina confiere a los cabellos su carácter impermeable. Las películas son trozos de keratina que mantienen protegido al cabello.
La keratina es una proteína fabricada por los queratiocitos, las células se encuentran en la capa profunda de la epidermis.
Por otra parte, como decíamos anteriormente, es también la keratina la que da al cabello su propiedad elástica.
Cuando el cabello se alarga en exceso, la keratina se transforma, se desarrolla en forma de B-keratina y el cabello termina inevitablemente por romperse.
CÓMO CUIDAR LA KERATINA?
Sabemos que la keratina puede sufrir tanto por agresiones ambientales como también por consecuencia de productos que dañan el cabello.
Para que recupere las propiedades que necesita, es imprescindible aportarle aquellas cosas de las que está compuesto, es decir, aminoácidos y azufre.
El uso de los productos que contienen keratina, sean color, mascaras o shampoo, pueden devolverle al cabello la flexibilidad, la fuerza, el brillo y cohesión perdidas.
La cutícula del cabello, formada por células de keratina, es la responsable de proteger el interior de cada hebra del cabello, que a la vez influye en el brillo y en el color. Los malos cepillados, las condiciones medioambientales, el sobre uso del secador de cabello, los tintes, etc. van deteriorando estas células, lo que provoca que la cutícula se hinche y se abra; como consecuencia modifica la estructura del cabello, convirtiéndolo en frágil, seco, poroso y hasta quebradizo.
KERATINA Y TIPOS DE CABELLOS
Los enlaces de hidrógeno y los puentes salinos son enlaces débiles y las moléculas de agua pueden romperlos de forma temporal; es por eso que, para acomodar una cabellera rebelde o probar un nuevo peinado, tenemos que humedecer el pelo. Con la humedad los puentes de hidrógeno y salinos se separan. Posteriormente, al eliminarse el agua por evaporación, dichos enlaces vuelven a formarse, pero entre secciones diferentes de la fibras que forman el pelo, manteniéndolo tal y como deseamos. En cambio, los enlaces entre los átomos de azufre de la keratina son más fuertes y no se rompen por la sola presencia del agua. De hecho, la ubicación de estos enlaces es lo que determina la forma natural de nuestro cabello. Si los enlaces se dan de forma paralela y las cadenas proteínicas se mantienen alineadas, tendremos el cabello lacio; si la unión entre azufres se da de forma diagonal, las fibras de keratina forman una especia de espiral y el cabello será rizado. La forma en que se enlazan los átomos de azufre en la keratina es determinada por la información contenida en nuestros genes.
Los enlaces de azufre entre las cadenas de keratina, actúan como los peldaños de una escalera, manteniendo fija la estructura del cabello. El funcionamiento de los permanentes para rizar o alaciar el pelo se basa en la ruptura, la reorganización y la formación de nuevos enlaces disulfuro. La mayoría de los permanentes consiste en una loción rizadora o alaciadora y un agente neutralizador. La loción rizadora contiene hidróxido de amonio, que rompe la cutícula permitiendo que la solución penetre fácilmente, y tioglicolato de amonio, que rompe los enlaces disulfuro separando las cadenas de keratina.
NUESTRA KERATINA
La keratina líquida (hidrolizada) es obtenida a partir de fibras de keratina seleccionadas, luego de sucesivos procesos de purificación, seguido de una hidrólisis controlada con el fin de lograr péptidos con un peso molecular medio de 2000 a 6000 Dalton. Dichos pesos moleculares aseguran un alto grado de substantividad, definiéndose como substantividad a la cantidad de péptidos no extraíbles por agua que forman enlaces con las proteínas del cabello.